Asalto y Toma

La estructura que resivia el nombre de Banco era un gran edificio de tres pisos que ocupaba casi una cuadra completa. Rodeada de altas rejas y arboles decorativos. Las ventanas del primer piso estaban rodeadas de gruesos barrotes decorados, y reforsados con vidrio anti balas. Los pisos superiores solo contaban con ventanas de vidrio reforsado anti balas. La gran entrada principal estaba hecha con dos grandes puertas blindadas de bronze. Solo su sistema hidraulico podia habrirlas. Sobre todo esto, una malla reforsada protegia ambas puertas. Ademas, como ojos sinistros, decenas de camaras obserbavan todo al rededor.

Al llegar al banco, el príncipe nos dio instrucciones de que haríamos, y como nos dividiríamos, mientras lo escuchaba, comencé a observar mi alrededor en busca de algún idiota que me sirva de comida. [Auspex 1 - Vista]

El Lunatico bajó del auto tranquilamente, sin desenfundar sus armas aun. Su actitud habia cambiado completamente, recordando por mucho el aire de un marine de los SEALS norteamiericanos, o de algun otro cuerpo de fuerzas especiales. Arcantos se dirigió a paso firme hasta donde estaba el Tremere.
Una vez captadas sus intrucciones, dio un breve vistazo al edificio, fijandose en los accesos, ventanas, medidas de seguridad, etc. Luego de su evalucion (parecia tener experiencia en ello), se dirigió al Principe -En verdad planeas tomar el Banco por asalto? Uno a veces asume que quienes ostentan cargos de tan solemne autoridad tendrian metodos mas... sutiles.
Dio dos pasos hacia adelante, fijandose nuevamente en la estructura que tenian por delante.
-Definitivamente sería preferible hacer esto de una forma mas apegada a la Mascarada de la que tanto se jactan, seguro contaras con criados que podrían hacerse con la administracion de este Banco en cosa de dias, sin levantar sospecha de nadie...Aunque, siendo sincero, si lo que deseas es levantar polvo, mucho polvo, no me voy a oponer. Puedo apostarte a que puedo tomar yo solo el edificio antes de que termine la noche, con el minimo de bajas y de la forma mas discreta... relativamente, claro...

Luego de observar por todos los alrededores del banco, divisé a unos 100 metros de distancia un humano que venía caminando algo errático con las manos en los bolsillos y mirando hacia el suelo, claramente muy ebrio, delicioso. Me oculté detrás del auto. [Ofuscación 2, presencia invisible] me dirigí rápidamente hacia él, y lo abordé justo cuando pasaba junto a un callejón oscuro, le pegué en la nuca para que perdiese el conocimiento, lo tomé de un brazo y lo lleve hacia la oscuridad del callejón para que me sirviera de alimento, luego de que hubo servido para su fin, lo oculté en un basurero, para luego regresar hacia donde estaba Khann y los demás desvaneciendo la ofuscación detrás del auto para evitar que las cámaras de seguridad grabaran lo sucedido, regresé justo en el momento cuando el bipolar de Arcantos hablaba.

- Pues estoy de acuerdo con mi queridísimo Arcantos, pero... si queremos demostrar que la Camarilla no esta muerta todavía, hay que enviar una fuerte señal al Sabbat, y la mejor forma es "levantando algo de polvo" - Le guiñé el ojo a Arcantos, para luego mirar al príncipe sin nombre - Lo que si, deberías llamar a la líder Toreador, insisto en que si vamos a enviar señales, debemos demostrar que estas logrando unificarnos a todos y que te apoyamos. Y que ella no esté aquí, es algo incoherente.- Me limpié una pequeña gota de sangre que aun corría por la comisura de mis labios, degustandola luego. - Uhm... vodka... Fantastic! - Reí

Reí con el comentario del Príncipe al pedirme que me limpie el rostro, luego que me entregase el Iphone busque en la agenda el numero de Angelique. Sonó tres veces hasta que contesto, pero solo fue la grabadora de mensajes. <<Angelique, hola, Soy Isabella, la líder Malkavian. Nuestro príncipe solicita tu presencia lo más rápido posible en el banco. Es importante. Por favor, no nos falles, Ok? te enviaré por mensaje de texto mi numero. Ciao>> Colgué el teléfono, para luego digitar rápidamente un mensaje de texto.
Me preguntó que cómo me había ido - No lo sé, le dejé un mensaje de voz y le envié un mensaje de texto con mi numero. - Le pasé el teléfono, mientras le hablaba a Arcantos me acerqué al retrovisor del auto para limpiarme bien el rostro

-En tal caso, sugiero una sencilla operacion de dos paso: sigilo y asalto. Primero necesitamos a alguien que se filtre hasta la sala de vigilancia, que por lo visto se encuentra en la primera planta. Una vez alli dentro, se pueden desactivar los sistemas de seguridad, lo que llamaria la atencion de mas de alguien, o simplemente guiar al resto hacia el interior. Una vez dentro... Pues no me queda del todo claro, pero puedes levantar todo el polvo que prefieras.
Esta vez el semblante de Arcantos se oscurecio aun mas. Hablaba rapidamente, como si apenas tuviese tiempo de dar las instrucciones. Ya habia desenfundado una de sus armas.

había llegado al banco, vaya, al parecer llegue algo rápido por que aun estaban planeando como entrar.
estacione mi moto al lado de un auto en el cual al parecer era del príncipe, apague el motor , quite las llaves, puse la alarma y me baje. encontré al príncipe en conjunto de dos caras familiares... los malkavian que estaba en el castillo y alguien con quien nunca me había cruzado.
-bien, para que me necesitan esta vez- dije sacando unos guantes de cuero de mi cartera y poniéndomelos, no era mi intención dejar huellas mías por todos lados- explíquenme que pretenden hacer,¿o acaso pretenden quedarse acá hasta el amanecer?... por que yo no quisiera acabar mi existencia frente a un banco echa polvo.
tenia algo de hambre pero podía controlarme hasta llegar a la galería y beber un par de bolsas de sangre antes de caer en frenesí.

Al ver llegar a la toreador, sonreí, aquella niña era valiente. Desenfundé mi katana que llevaba escondida en un compartimiento de mi abrigo. - Bien queridisimos, concuerdo con Angelique, no podemos esperar hasta el amanecer, nos quedan 4 horas para lograrlo. Arcantos, querido, tu eres el Malkavian más sigiloso que conozco, entra tu primero y te cubriremos la espalda. - Lo ultimo fue dicho en tono de orden.

-¡Bien harán esto de modo sutil o quieren "dejar huella" en el banco"?-dije mientras revisaba mi bolso en busca de mi armamento, colgué las dagas a mi cintura y las pistolas las puse dentro de mi chaqueta- ¿donde podría dejar esto para entrar sin estorbos?-dije señalando mi bolso,
no sabia por que rayos estaba acá, pero la idea de robar un banco al mas puro estilo de las películas de hollywood era bastante emocionante.
verifique que no se me quedara ninguna daga y que mis armas estuvieran cargadas, no quería pasar algún percance.
en ese momento me fije que había un guardia con las llaves de las grandes rejas, podría seducirlo un poco, quitarle las llaves y saciar mi sed en un pequeño momento, pero antes debía ver si ellos tenían un plan mucho mejor que este.

-Oh, excelente.
Arcantos dio nuevamente un vistado rapido al edificio. Ya habia tenia planeada su entrada, pero la llegada de la Toreador le significaba un elemento facilitador a su tarea -Eh, tú, nenaza, qué tal si nos ayudas "llamando" levemente la atencion de algunos guardias?. Seguro quedan babosos por unos segundos mientras haces una escena o algo, de esa manera minimizamos los riesgos.

el estilo de aquel malkavian me agradaba bastante, me había encargado lo que mejor sabia hacer.
-si deseas puedo seducir al de las llaves y quitárselas- dije dedicándole una sonrisa- siempre y cuando me dejes beber sangre de algunos de ellos.
me prepare un poco y me dirige hacia el guardia el cual estaba en la caseta de seguridad del banco la cual estaba al lado de la reja de entrada de este.
[presencia 1 -llamar la atención del guardia de la caseta]
miro al guardia de manera muy seductora, el viene hacia mi, lo aprisiono hacia la reja tapándole la boca y busco las llaves con la otra mano, las encuentro después de un buen rato buscándolas y se las paso a Isabella.
-abre tu si no deseas que salga corriendo- le dije de manera fría.

Angelique tiene un estilo muy divertido, me recuerda a mi hermana Alexandra. Já. Cuando ella me dio las llaves, le guiñe un ojo y dije tan despacio que solo ella pudo escuchar - Hazlo tuyo nena, no dejes rastros. - reí y me acerqué a la puerta para abrirla, cuando la llave hubo echo juego, le indiqué a Arcantos con la vista que entrara. Guarde el manojo de llaves en el bolsillo de mi pantalón mientras abría lentamente la puerta. [Auspex 1, Sentidos agudizados, Oido] Escucho el caminar de 3 personas en la primera sala. Parecian tranquilos por el latir de su corazón y su respiración. Hice el gesto de 3 con las manos a Arcantos y a los demás.

cuando abrió la puerta Isabella tome al guardia por el cuello, podía sentir su miedo, pero a la vez esa sensación de deseo proveniente de alguien con ganas de algo mas.
-tranquilo, acabare con todo esto solo por ti querido- dije susurrándole a su oído
baje hacia su cuello, dispuesta a beber su sangre, clave mis colmillos y succione hasta sentirme saciada completamente, saque una daga y lo apuñale, haciendo que pareciera un homicidio a manos de un humano, deje su cuerpo ya muerto en la caseta de seguridad recreando una escena del crimen. volví a poner la daga en su lugar. y me apure para alcanzar a los demás vástagos
[celeridad 1 Correr rápido]
-creo que ya me encargue de uno de la mejor manera posible-dije de forma satisfecha- y creo que ya me siento mucho mejor- decía mientras me limpiaba una sutil gota de sangre de la comisura de la boca.

-Bien, les avisaré en cuanto puedan entrar.
Dio dos pasos antes de detenerse bruscamente, con una mueca de cruel satisfaccion en su rostro. Miró fijamente al guardia apresado por la Toreador, de pies a cabeza, contemplando como ésta se alimentaba y lo dejaba luego en la caseta, luego cerró los ojos
Ofuscacion ***Mascara de las Mil Caras
A la vista de cualquier ser promedio, Arcantos ahora lucía tal como aquel guardia. Sólo esperaba que el resto de los vigilantes no estuvieran muy familiarizados con él, de forma que no sospecharan o representasen alguna dificultad. Urgó luego en los bolsillos del sujeto hasta encontrar su credencial de identificacion y otros elementos similares -Isabella, permiteme las llaves a mi un momento, podrian serme utiles

- Oh.. muy bien. - Dije al ver como mi queridisimo Arcantos actuaba, por algo aun confiaba algo en aquel demente. Cuando este me pidió las llaves, las tome de mi bolsillo y se las entregue. - Confiamos en ti querido caballero de la mesa puntiaguda - le dije

Arcantos congió las llaves con total naturalidad, actitud con la que caminó hacia el interior del edificio. Confiaba en que la Toreador, al atacar al guardia, habia previsto algun punto ciego entre todas las camaras. De lo contrario, tendría a todos los putos vigilantes esperando a por él una vez cruzara la puerta.
Por fortuna no fue así. Tardó poco en comprobar que Isabella estaba en lo correcto: tres gusardias en la primera planta. Pasó de ellos habilmente, haciendo un simple y cotidiano gesto cada que veia alguno: tocarse el estomado "voy a cagar". Simple y efectivo.
Dejandose guiar por su instinto, comprobó que la sala de vigilancia se ubicaba en el segundo piso, cuya entrada era restringida. Afortunadamente llevaba la tarjeta de acceso del pobre desgraciado que yacia en la caseta. Una vez dentro requirió sólo dos movimientos y los dos guardias de turno cayeron inhertes. Luego de desactivar la grabacion de las camaras (seguian captando imagenes, que no quedarian registradas), hizo lo mismo con los sistemas de alarmas de ventanas y puertas, y las alarmas automaticas que contactarian con la policia. Comprobó tambien que tenia control sobre la iluminacion del edificio, por lo que podria apagar luces si fuese necesario.
Seguro de que la infiltracion era exitosa, sacó su móvil y marcó a Isabella -Está hecho. Si quieren, tú y el resto pueden entrar cuando quieran, yo les daré instrucciones desde el cuarto de vigilancia.

Recibi la llamada de arcantos, al contestar el dijo que estaba todo correcto, levanté el pulgar a los demás en señal de que estaba todo correcto - Ok - dije antes de colgar el movil, tomé mi katana en señal de pelea. Entré rápidamente al salón, acabando uno por uno con los pobres mortales, mi katana era como un haz de luz de lo rápido que se movía. Uno de los guardias logro disparar en par de ocasiones, pero no tuvo puntería, cayó inerte al suelo. Corrí los 3 cuerpos muertos y los dejé en una esquina del hall, tomando los radiotransmisores de cada uno, les indique a los demás que podían entrar libremente, y les pasé a cada uno uno de los aparatos.

- Atento cabina de seguridad, todo normal, cambio - dije por el transmisor.

Isabella saco su katana, vaya, que habil era con ella. entre junto con el resto mientras que Isabella nos pasaba unos trasmisores.
-¿estas segura que ya no quedan mas guardias?-dije algo desconfiada- antes podrias ver si hay alguno por que perfectamente podria llamar a la policia.
vi como Isabella habia dejado los tres cadaveres juntos de forma ordenada.
-como que podrias hacer algo mas "casual".... no se... algo echo por humanos diria yo-dije con sarcasmo.
ese era uno de los problemas que debian ser superados, pues ahora faltaba algo mas importante... ¿que rayos hariamos ahora?

- Pues tu eres la artista, ordenalos a piacere - Sonreí, miré hacia la siguiente habitación cautela [Auspex 1 , Oido] En esa habitación no había nadie, caminé hacia las escaleras que daban hacia el siguiente piso, atenta a cualquier sonido, subi dos escalones, y escuche el murmullo de 1 guardia, estaba algo intranquilo, 2 más estaban a unos 5 metros de él, y 3 más en un radio de 10 metros. -Ok, 1 en la subida de la escalera, y 5 más en el piso de arriba - dijo tan bajo que solo oídos sobrenaturales escucharían. - Vamos - [Ofuscación 4, desvanecimiento] Ataqué al primer guardia cortandole la garganta con la katana, un corte inexperto, pero muy de humano para que no reclamase Angelique, los otros 2 guardias no supieron que paso y se quedaron mirando entre ellos, 3 segundos después yacían en el suelo tal como el primer guardia. Me quede contra una pared, que estaba justo al lado de la puerta que daba a la siguiente habitación, y aparecí nuevamente ante los ojos de todos. Los otros 3 guardias no se habían percatado aun de lo sucedido pues estaban detrás de la pared en donde me ocultaba, al parecer eran las oficinas administrativas del Banco, y las puertas eran herméticas y antiruido. Espere a que los demás llegasen.

ordene aquellos tres cadáveres para que parecieran de una forma mucho mas casual y dándole mi toque. ¿alguien debía ser perfeccionista , o no?.
busque a los demás vástagos y trate de seguir su aroma [auspex 1 Olfato]
Isabella estaba en las puertas de la administración mientras que el otro vástago estaba aun en la sala de seguridad.
me dirige corriendo donde Isabella la cual estaba esperándonos.
-bien, ¿ahora que hacemos?- dije limpiándome un poco los guantes ya que tenían restos de sangre.- aun hay un par de guardias que matar y sigo sin entender por que rayos estoy acá ayudándolos-hice una pausa- aunque no niego que es algo bastante emocionante cariño.

- Pues porque necesito que los distraigas a ellos 3 - les indiqué los 3 guardias de la siguiente sala - ellos parecen estar más atentos, y mejor armados. Necesito que bajen la guardia, si no tendré que hacer demasiado escándalo, y no parecerá un "asalto humano" esto - Reí mientras le sacaba la lengua a la Toreador y miraba hacia el descanso de la escalera a esperas de Khann y el Principe

tendría que hacerlo, era eso o que empezaran a disparar como locos.
-pues creo que tengo una idea, aunque necesitare ayuda para matarlos-le dije mientras sacaba mi pistola.- pues mi idea consiste en ir a la sala donde estábamos antes, dar un tiro al aire y gritare fuertemente. los guardias preocupados vendrán hacia mi y podrás atacarlos por la espalda, te parece?- espere su confirmación antes de seguir.
aun teníamos unas 3 horas antes de tener que salir corriendo a causa del amanecer, pero no podíamos votar tiempo y arriesgar nuestras vidas en algo así.
-¿quien se encargara de matar a esos humanos?- dije mientras verificaba que el arma tuviera sus balas necesarias.
tome un poco mi cabello tirándolo hacia atrás , cosa que al correr no se me dificultaran tanto las cosas.