Segunda noche. Instrucciones.

La primera hora de la noche Khann se las habia pasado desaparecido en su refugio secreto. No dormia junto al resto de los malkavian hacia muchos años. Al llegar al principado noto una arpia que tenia instrucciones para el y para los demas. Escucho atentamente las ordenes y misiones y acepto. Ahora debia encontrar al resto. Tomo su celular y llamo primero a Isabella, y luego a Angelique. Ahora solo bastaba esperar. Tomo asiento en el salon principal y espero.

Arribamos junto con la pequeña al Principado, estacioné frente de la entrada principal. - Vamos - Dije mientras bajaba del carro y caminábamos hacia la entrada principal, los guardias me abrieron el paso sin mediar una palabra. Y les indique que la pequeña del vestido blanco venía conmigo, al igual que el distraído de Arcantos que alcanzó a aparecerse justo antes de salir del Sanatorio.

Al llegar al salón principal, Khann se encontraba sentado en el sillón del príncipe.
- Vaya, te ves bien ahí. - Le guiñé un ojo - Khann, ella es una Malkavian "nueva" que llegó anoche al sanatorio, su nombre es Emily Nevermore, al parecer su Sire la "liberó" en esta ciudad creyendo que esta ya estaba lista. La verdad es que yo no lo creo, y he decidido "entrenarla" un poco.¿Qué opinas?- Dije tomando asiento frente de Khann

Escuche atentamente cada palabra que Isabella decia, luego mire el techo de la habitacion como si hubiera algo entretenido en el, baje la mirada para ver a Isabella, alse la mano derecha y pregunte

- Disculpe srta Menichetti, se que no debo preguntar pero... ¿que hacemos aqui?

Realmente comenzaba a desagradarle el lugar. Aunque mas que el lugar, la situacion. Arcantos estaba acostumbrado a la disciplina y autoridad mas extrema y rigida, o a la total anarquia, y el actual estado poco definido en las reglas le era sumamente incomodo. Definitivamente no se quedaria mucho tiempo asi. No. O le obligaban a mantener la Mascarada o le permitian hacer lo que quisiese.
-Hay algo importante que deba saber, o puedo salir ya a vomitar?

- Oh lo siento pequeña, dos cosas, dime Isabella y segunda, él es el azote, y hemos sido llamados por él para recibir instrucciones del príncipe. Y como el no está por el momento, mi estimado Khann nos las trasmitirá. - Llamé a un sirviente del principado - Joven, será que nos puedes traer algo de beber, por favor. - En ese instante escuché los "gruñidos" de Arcantos, me molesté, y lo miré de reojo. - Arcantos, tu eres el más fiel seguidor de la Mascarada, tu muy bien sabes que hemos pasado unos tiempos revoltosos desde el gobierno de Julian. Si queremos retornar a la normalidad, QUÉDATE EN TU LUGAR Y ESCUCHA LAS ORDENES DE TU PRÍNCIPE - Mi voz era cortante, demostraba un poco lo molesta que estaba con ese malkavian idiota

Despues de que Isabella le llamara la atencion al vástago que habia llegado con nosotros, tome asiento en la silla mas cercana a la vampira, despues de sentarme comese a buscar algo entre mis ropas, algo que siempre llevaba conmigo.

- Donde esta... -cuando encontre lo que buscaba, lo saque con cara de triunfo- ¡¡aqui esta!! -era el estuche de mi maso de cartas, aquel que siempre llevaba conmigo, comense a desplegar las cartas sobre la mesa para poder jugar en lo que traian las cosas que Isabella habia pedido

El grupo habia aumentado en numeros la noche anterior, pero aun faltaba uno. Khann, el azote del principe estaba a la espera cuando ingresaron los tres vastagos. Dos de sus caras eran conocidas, mas la tercera era nueva. Isabella hiso los honores de presentarla. Khann se puso de pie y se hacerco a la chiquilla.

- Sea bienvenida, señorita Emily. Mi nombre es Khann y represento al principe momentaneamente. Hoy los he llamado a todos aqui para repartir unas misiones para esta noche.

Se puso de pie para dirigirse al grupo.

- Veran, El principe ha dejado una serie de misiones que bien podriamos repartir, o emprender segun el ha designado. Eso es como ustedes prefieran. Esperaremos a la señorita Anguelique para comenzar las distribuciones. Mientras tanto, pueden tomar haciento, ya pronto llegaran los aperitivos.

Había llegado algo tarde, como de costumbre,no iba a salir de la galería si no salia de manera decente por lo menos.
llegue al estacionamiento, estacione la moto pare el motor y le puse la alarma. me dirige a la puerta, uno de los sirvientes del príncipe me abrió la puerta y me miro con cara familiar, me indico con la mano donde estaban los demás y fui donde ellos.
había una cara nueva, por su aspecto tenia cara de ser malkavian... rayos esto se volvería el infierno de la locura si seguíamos así.
-disculpen la tardanza pero no iba a salir de forma tan indecente a la calle, ademas estaba durmiendo- dije mientras me sentaba en una de las sillas del lugar en forma sutil y coqueta.
tome mi cabello lo puse al lado derecho de mi cabeza, ordenándolo de forma que no quedara todo para un mismo lado.
-veo que hay caras nuevas y ordenes de nuestro ausente príncipe- dije con cierta malicia y sarcasmo en mi voz.

-Genial, el equipo "MIRENME, SOY VAMPIRO, ME INFILTRO MATANDO A TODO MUNDO" está reunido y potenciado. Esta noche va de la puta maravilla.
El tono de voz de Arcantos era cada vez mas acido y malicioso. Iba de un lado a otro de la sala, incomodo, inquieto y ansioso. Sólo queria ordenes y poder partir, pero aquello tiraba a parecer una jodida cena social, al paso que iban.

El juego de las cartas me aburrió rápidamente por lo que decidí volver a guardarlas en su respectivo estuche, cuando termine esa operación mira a la ultima chica que había llegado, tenia un aspecto joven, pero sabia que no era esa su edad real. Deje de mirar a la vampira y mire al vástago al que Isabella había llamado Arcantos, el se paseaba por la habitación al parecer con ansiedad, solte una pequeña risa infantil y luego apoye ambos brazos sobre la mesa para luego descansar mi mentón sobre ellos, mire a los demás con una expresión de aburrimiento

- La espera realmente es algo aburrida – mi voz ya no sonaba alegre ni infantil ahora sonaba realmente aburrida, volví a posar mi vista en la ultima vampira que había llegado y con la misma voz aburrida dije- hola, soy Emily... ¿y ud?

Lo que habia dicho Arcantos preferi ignorarlo, no estaba de humor como para revivir cosas del pasado.
La pequeña vastago malkav se había dirigido hacia mi, se llamaba Emily... lindo nombre para alguien que esta loco y tiene poco sentido de la moda, aunque he de admitir que sabe por lo menos combinar los colores de su cabello con los de su ropa, tenia aspecto de muñeca de porcelana, entre linda y diabólica... podría ser oinspiración para algo ya sea una canción o alguna pintura esta pequeña vampira.
camine hacia ella, quedando frente a frente intentando no mirarla a los ojos y tomando a la vez la distancia suficiente como para no quedar loca como ella.
-buenas noches Emily... Angelique, un gusto pequeña- dije dedicándole una pequeña sonrisa entre seductora y maléfica, era parte de mi este comportamiento ser asi, espero que no exista mucha influencia en la pequeña

Levante la cabeza para ver a la vampira que se había acercado a mi, la forma en que respondió a mi saludo me causo algo de gracia por lo que le sonreí
-Angelique... es un bonito nombre -dije a modo de cumplido- por favor, no me diga pequeña -volví a adoptar la actitud infantil de hace unos momentos- perdón mi descortecia, pero usted debe ser miembro del clan de la rosa ¿verdad?

Antes de dejarme, mi sire me había hablado un poco sobre los demás clanes, y de como podría reconocer a alguno de ellos, y tenia la impresión que la vampira que tenia en frente era parte del clan Toreador

al parecer o tenia escrita la palabra "toreador" en la frente o simplemente esta niña tenia un ojo para reconocer los clanes que ni el tremere probando la sangre lo sabia con precisión.
sus palabras de cierta forma me alagaron, Angelique era un lindo nombre lo se, aunque no por eso me iba a dejar dominar por un par de alagos.
-Si, soy una toreador, su líder en esta ciudad para ser mas precisos cielo- dije dedicándole una sonrisa.
Vi que tenia unas cartas de una apariencia bastante raras, se veían interesantes.
- ¿me permitirías ver aquellas cartas pequeña?- dije mientras corría el cabello que caía por mi cara.

Mire el estuche de mis cartas, nunca nadie se había interesado en ellas y menos las había tenido en su poder, apesar de ser un simple naipe ingles con extraños dibujos y manchas de sangre ya seca, para mi era importante, tenia ese maso de cartas desde los 16 años, por lo que para mi tenia cierto valor. Tome el estuche con las cartas dentro y se las entregue a la Toreador

- Con cuidado, son valiosas -dije mientras la miraba con desconfianza

la pequeña creía que a lo mejor iba a dañar sus cartas, no era tan desconsiderada, había tenido cosas de mayor valor monetario y no las había destruido, es mas, había cuidado aquellas cosas como lo que eran... verdaderos tesoros.
-tranquila querida, no les haré nada a tus cartas-dije mientras tomaba el mazo
sus cartas eran bastante raras, pero no por eso perdían belleza, la cual para ser solo cartas daban una sensación de perdición increíble, miraba las cartas una y otra vez, estaban con pequeñas manchas de sangre seca pero tenían inclusive un excelente aroma y un color único.
era prácticamente imposible controlarse con tal belleza de las cartas. pero necesitaba controlar esa sensación de predición... necesitaba esas cartas.

La cara de la chica no me gustaba, no quería ser descortés pero no me gustaba la forma en que miraba mis cartas

-Disculpa, serias tan amable de devolverme mis cartas -el tono de mi voz era molesto, creo que no debí mostrarle mis cartas< por favor devuelvamelas

Arcantos ya me estaba volviendo loca, su paseo de un lado a otro, como me gustaría meter su cabeza en una lavadora, para así limpiarla de estupideces, o quizás en un retrete. Bostece y miré fijamente a Khann - ¿Esperamos a alguien más? o quizás, ¿Solo esperas a que este idiota de Arcantos logre hacer un agujero en el suelo con sus paseítos? - Justo en ese instante los sirvientes trajeron algo de beber. Uno me acercó una copa y yo se la recibí agradeciendo cortesmente.- Oh, muchas gracias. - Bebí mientras veía que Arcantos se ponía aún más furioso.


Mientras tanto esas dos vastagos estaban "jugando" con las cartas, en una reunión del principado - ¿Podrían por favor... COMPORTARSE?- Al parecer la desesperación y el enojo de Arcantos era contagioso

había que tener paciencia con los cambios de humor de los malkavian, al parecer lo de lunáticos se aplicaba demasiado... por los cambios de la luna lo digo.
Isabella me llamo la atención, joder no jugaba solo veía unas cartas.
se las devolví a la pequeña malkav y me dirige hacia Isabella, me puse detrás de ella, corrí su cabello un poco dejando al descubierto su oído para hablarle.
-cariño relájate, no vas a dejar que cualquier vástago te haga explotar, ¿o si?- dije con voz baja para que solo ella escuchara.
la mire por un segundo y le di la espalda a una silla vacía. uno de los sirvientes me ofreció una copa con sangre, la bebí de forma delicada... no era de las mejores pero sabia delicioso
-Bueno, ¿que milagro estamos esperando ahora?-dije con sarcasmo acompañado de una pequeña risa la cual pocos notaron al parecer

-Ja! Usaria tu mugroso rostro para hacer un puto agujero en la pared. Pero creo que eso ya te lo habia dicho antes. O iba a decirtelo al menos.
Arcantos respondió esto casi inmediatamente despues de las palabras de Isabella, casi como si tuviera las palabras escogidas con antelacion, esperando el momento para decirlas. Sus ojos estaban clavados a los de Isabella. Notó su irritacion, y en sus adentros de regocijó profundamente; siempre era un placer irritar a alguien, más si era esto tan facil.
El Lunatico cesó su paseo, dirigiendose esta vez hacia la Malkavian recien llegada. No le proferia ningun interes particular, pero tal vez le ayudaria a pasar el tiempo -Eh, preciosa, tambien te aburres, cierto? Podria enseñarte tres o cuatro cosas que la frigida de Isabella ignora. Qué dices?
Ser bravucon y galancete no era lo suyo, se notaba. De todos modos, no tenia pensado tener exito.

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Cuando volví a tener las cartas en mi poder suspire aliviada, luego tome la copa que un sirviente me ofrecía y la bebí un sorbo, luego diriji mi vista a Isabella la cual parecía estar enojada

-Lo lamento Isabella, intentare que no se repita de nuevo -mire a Angelique con odio- espero que guardes bien la imagen y el aroma de mis cartas, porque en tu poder no volverán a estar, en cuanto a ti Arcantos... tal vez en otro momento, pero por ahora, no acepto, gracias de todas formas

Otra niña santurrona y faldera. Sin duda la Camarilla se ve favorecida con vuestro arribo, milady -Respondio Arcantos con una exagerada y burda reverencia.

-¿Santurrona? ¿Faldera? -termine de tomar el contenido de la copa, deje la copa en la mesa y me puse de pie para acercarme a Arcantos- escuchame bien, no soy ninguna santurrona ni faldera, no porque haya decidido serle fiel a Isabella seré una faldera, es solo una forma de agradecerle, en cuanto a lo de santurrona, aun no me conoces, espera y veras de lo que soy capas

- Vamos Arcantos, llevamos décadas teniendo la misma estúpida pelea. Tu lo que estas es impaciente, deja de hacer estupideces, cálmate y has lo que te ordenan. O si no, ya sabes cual es tu otro camino, pero no involucres a Emily ni a mi en tus burradas, la próxima vez que te mires en un espejo verás que cada instante te pareces más a un brujah sin neuronas con complejo de Ventrue idiota - La voz de Isabella parecía más calmada, su rostro expresaba indiferencia hacia Arcantos,se mantenía con los ojos cerrados, pero al parecer ella estaba deseando no estar frente al Azote, ni estar a punto de recibir ordenes del Príncipe. Si no fuese porque prometió comportarse a su Sire...

En ese instante Emily comenzó a acercarsele y a hablarle con un tono amenazante a Arcantos
- Pequeña, DETENTE - Abrí los ojos de golpe y la miré fijamente - él solo te esta provocando, no caigas en sus trampas. Es un JUEGO - Mi mirada era fria y seria

los ánimos se estaban prendiendo, vaya, me faltaran algunas palomitas con una bebida para deleitarme con esta escena de cine barato... lastima que no puedo comer ni beber ninguna de esas cosas mortales.
me levante de la silla y le di la vuelta para apoyarme en el respaldo de esta.
al parecer aquí si se aplicaba el dicho "cuando el príncipe se va los vástagos hacen fiesta" y vaya que fiesta se estaba armando acá.
una pelea entre el clan malkavian... si eras observador podías hacer de sus diferencias la mejor arma para disolver el clan y quedarte con sus dominios, o simplemente buscar aliados entre ellos, aunque como decía mi sire "no confíes en ningún vástago por mucha sangre que compartas con el"
-¡vaya, me encanta el cine!-dije con sarcasmo- ¿alguno de ustedes ha pensado en dedicarse a rublo del teatro?
cogí una rosa marchita de un florero que había por ahí, al príncipe anterior le gustaban las rosas. empece a jugar con ella de forma coqueta mientras seguía apoyada en el respaldo de la silla viendo como entre ellos se sacaban los ojos

Estaba esperando a que Arcantos dijera una sola palabra mas para atacarlo, pero la voz de Isabella hizo que me detuviera, si no me controlaba iba a terminar mal, mire a Isabella aun con las ganas de querer atacar a Arcantos

- Solo me detengo porque ud me lo dice Isabella -volví a mirar a Arcantos pero mis palabras eran para Isabella- pero quiero que sepa que no me importaría caer en los juegos de este, después de todo, amo los juegos y si tuviera que sacarle los ojos, lo haría -volví mi vista a Isabella- después de todo, solo seria un juego

Pose mi vista en Angelique y dije- ¿sabes?, me gustaria dedicarme al teatro, pero me aburriria rapido, asique mejor no